Las normas de la traducción jurada

Debido a su carácter oficial, la traducción debe cumplir ciertas normas de las traducciones juradas para ser reconocida como traducción auténtica.
normas de la traducción jurada
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Debido a su carácter oficial, la traducción debe cumplir ciertas normas de las traducciones juradas para ser reconocida como traducción auténtica:

1. Normas aplicables a las traducciones juradas: el cáracter confidencial 

El documento original puede contener información muy sensible sujeta a confidencialidad. Por ello, los gestores de proyectos, los traductores y todas las demás partes implicadas deben utilizar herramientas seguras que garanticen la total confidencialidad en el intercambio y la entrega de documentos. En Legal 230, estamos decididos a no romper la cadena de confidencialidad, y ponemos a disposición de nuestros clientes nuestro portal seguro de nivel 3.

El traductor jurado no debe compartir el documento con otros contactos.

2. Responsabilidad y ética del traductor

El perito traductor debe realizar el trabajo de traducción él mismo, sin ayuda de otro traductor. Como se ha mencionado en el párrafo anterior, compartir la tarea entre varios traductores también plantea problemas en cuanto a la confidencialidad y la calidad del resultado final.

Del mismo modo, los traductores jurados están obligados a sellar y firmar únicamente las páginas que hayan traducido realmente. Firmar páginas en blanco es contrario a la ley y contrario a la ética. El traductor es el único responsable de todo el proceso de traducción.

Por último, y esto a veces resulta sorprendente, dado que el traductor jurado está obligado a reproducir y traducir fielmente el contenido del documento en su traducción, los posibles errores, erratas o errores tipográficos también deben aparecer sin corregir.

3. Un experto independiente

Es importante que el traductor jurado trabaje como profesional independiente y no sea empleado de la empresa que solicita la traducción. La existencia de una relación de subordinación es contraria a las normas deontológicas. Los traductores también tienen el deber de no dejarse influenciar en su trabajo, de no modificar la traducción a petición del cliente y, por lo tanto, de permanecer totalmente imparciales en su trabajo.

Todo traductor jurado debe ser nombrado perito por un tribunal de apelación francés para que el documento sea reconocido por las autoridades francesas. Cabe señalar que, independientemente del Tribunal de Apelación ante el que sea jurado, sus traducciones son válidas en toda Francia. Un documento que se presente ante un tribunal de París puede haber sido certificado por un traductor jurado en el Tribunal de Apelación de Caen o Douai, por ejemplo.

Los traductores jurados de Legal 230 traducirán sus documentos jurídicos de acuerdo con estas normas, garantizando un resultado certificado y de alta calidad.

Para más información, no dude en ponerse en contacto con nosotros por teléfono en el 01 84 80 21 20 o por correo electrónico en contact@legal230.com. Nuestro equipo de expertos estará encantado de responder a sus preguntas.